El privilegio médico-paciente en los procesos civiles

“Todo consejero, médico… [o] profesional de la salud mental… que obtenga información sobre una persona en el ejercicio de su profesión …no podrá, al prestar declaración como testigo,  divulgar ninguna comunicación confidencial que le haya sido confiada en debida forma a título profesional”  Código de Iowa § 622.10* 

 

En la mayoría de los casos, el doctor o el consejero no pueden facilitar historiales de sus pacientes a nadie salvo a ellos.  El objetivo es propiciar una comunicación completa y honesta entre médico y paciente.  El privilegio está basado en el derecho constitucional a la privacidad.  Esta protección también se encuentra en los estatutos de Iowa.  Por tanto, a menos que el doctor o el consejero cuenten con permiso para hacerlo, es incorrecto revelar este tipo de información confidencial y privilegiada.  Dar permiso se conoce a veces también como “renunciar (waiving en inglés)” al privilegio o firmar una autorización para facilitar información sobre el paciente a terceros.

 

Esta protección no desaparece solamente porque el paciente esté involucrado en un proceso civil.   En casos tales como custodia, divorcio o violencia doméstica, por ejemplo, una parte puede pedirle a la otra que le entregue todos sus historiales médicos y de salud mental.  El procedimiento para hacerlo se conoce como “descubrimiento de prueba” (discovery request en inglés) o “requerimiento de producción de documentos” (request for production of documents en inglés).  En la mayoría de las circunstancias, no hay que facilitar el historial a la otra parte. 

 

La única excepción a esta regla general es si el estado físico o psicológico del paciente es parte importante de los argumentos jurídicos del paciente  (llamado “elemento” o “factor” o “asunto” - element o factor o issue en inglés-).  Esta excepción se denomina la excepción de “paciente litigante” (patient litigant en inglés). ¿Qué pasa si una parte alega que la otra está enferma física o mentalmente?  Esta alegación no elimina automáticamente el privilegio médico-paciente.  El paciente puede negar la alegación sin relevar o renunciar a la confidencialidad de su historial.

 

El Tribunal Supremo de Iowa  fue concluyente al avalar esta protección en un caso que se conoce como Ashenfelter v. Mulligan,  cuya sentencia se dictó en diciembre de 2010.  En el juicio, unos abuelos querían obtener derechos de visita sobre sus nietos.  La madre de los niños decidió que visitar a los abuelos no era lo mejor para los niños y les negó su solicitud.  Los abuelos alegaron que la madre de los niños estaba incapacitada y solicitaron sus historiales médicos y psicológicos para poder probarlo.

 

El Tribunal Supremo de Iowa determinó que dichos historiales estaban protegidos por el privilegio médico-paciente y que la madre no estaba obligada a facilitárselos a los abuelos.   Los abuelos también alegaron la excepción de paciente litigante porque el estado de salud de la madre era un factor en el juicio.  El tribunal no estuvo de acuerdo y afirmó que si bien formaba parte de los argumentos legales de los abuelos, no era un elemento o factor en el caso de la madre.  Ella no tenía razones para utilizarlo en su defensa y no lo había hecho al negar que estaba enferma. Por tanto, no se aplicó la excepción de paciente litigante

 

El privilegio médico-paciente es un importante derecho a la intimidad.  Su objetivo es procurar que los médicos tengan toda la información que necesitan para diagnosticar y tratar adecuadamente a las personas.  La ley protege esta información confidencial a menos que el paciente utilice su estado de salud en su defensa.

 

 *Texto en inglés lee como sigue: "A practicing. . . counselor, physician,. . .[or] mental health profaessional, . . . who obtains information by reason of the person's employment. . .shall not be allowed, in giving testimony, to disclose any confidential communication properly entrusted to the person in the person's professional capacity."

Iowa Code § 622.10